Me permito hacer esta
reflexión sobre el mito de Dédalo e Ícaro tanto por su mensaje histórico y
cultural sobre la naturaleza humana del que trataré en este texto, Como por el
carácter emotivo que este me causa. Al ser el texto favorito de mi padre y unos
de los primeros textos que me fue compartido por mi él en mis primeros años de
lectura, con el cual aprendí muchas cosas sobre la vida, sus obstáculos, sus
recompensas y los diferentes caminos que se pueden recorrerse a través de ella.
Este mito narra la
historia de Dédalos, el gran ingeniero e inventor más grande que la antigua
Grecia conoció en toda su historia y de su respectivo hijo Ícaro; heredero de
su legado y su más preciada posesión. Dédalo era alabado por sus grandes obras
y sus ingeniosos inventos que parecían ser sustraídos del mismo cielo del
Olimpo. Obras que lo llevarían a ser
llamado por el gran rey Minos de la isla de Creta, para que inventara un
dispositivo para retener una peligrosa bestia llamada el minotauro. Allí, Dédalo desempeña tan buen papel que
realiza un laberinto sin igual de donde nadie además de él podría escapar.
Gracias a esta hazaña el minotauro queda encerrado y el rey Minos tan
agradecido por el trabajo de dédalo, que decide encerrarlo en una gran torre junto
a su hijo, para que siga construyendo más dispositivos fantásticos para él.
Antes proseguir con el
mito deseo detenerme un poco aquí, puesto que si continúo narrando y no digo
nada al respecto. Muchos lectores
podrían pensar que este escrito no es más que una excusa para hacer un breve
resumen de una historia que me causa un gran impacto emocional y que por lo tanto
deseo transmitir a las demás personas, para que sientan lo que yo. En lo que
quiero hacer hincapié aquí, es en unos de los aspectos de la naturaleza humana más
marcados que este texto de cientos de años narra de una manera tan singular,
propia y descriptiva como lo puede ser el egoísmo humano retratado en Minos en
este mito. (no me
refiero a Minos el hijo de Zeus y Europa
quien fue un buen rey toda su vida, sino a Minos hijo de Licasto e Idea un vil
rey de esta línea de tiempo) Minos es vivificado con la imagen de un ser
egoísta y con ansias de poder, quien al ver una persona con un don excepcional quiere
intenta apoderarse a toda costa de él; incluso si de ser necesario, este deba tomar
su vida o privarlo de su libertad. Un aspecto tan moderno y contemporáneo descrito
hace cientos de años que hoy puede ser visto tan notoriamente en las recientes
tragedias de la historia de la humanidad, donde muchos hombres en contra de su
voluntad fueron obligados a participar en grandes proyectos virales y
destructivos en busca del poder a través del uso de sus dones. Así pues, el
hombre como señalo alguna vez Plauto en su dramática obra Asaria “el hombre es
un lobo para el hombre” refiriéndose a que el estado natural del hombre es la
lucha continúa contra su prójimo de intentar sublimarlo para que uno de los dos
sea vencedor. Reflejado en la visión de Minos
de la opresión de Dédalo.
Continuando con el
relato, Dédalo no se desanima por la encrucijada en que se encontraba con su
hijo atrapado en lo alto de una torre. Este se las ingenia para construir un
par de alas y escapar a toda velocidad junto a su hijo. Sin embargo, Ícaro
vuela mas allá de las instrucciones de su padre y cae en el vasto mar. Dédalo destrozado por la muerte de su hijo
decide construirlo un templo en su honor y colgar sus alas junto a él como
promesa que no volvería a volar.
De este pequeño ultimo fragmentó
muchas cosas son expresadas en torno a la naturaleza humana. Primero el incansable
espíritu humano de no dejarse caer ante las adversidades y de buscar siempre
otra vía de escape de los problemas, puesto que mientras permanezcamos vivos,
con solo algo de esperanza las cosas pueden lograrse. Segundo ser conscientes
de nuestras limitaciones, es decir, tener conciencia de que es lo que podemos
hacer por ahora y hacerlo. No extralimitarnos, sino ir paso por paso hasta
lograr aquello que anhelados y no de golpe. Como el deseo de Ícaro de libertad
tan grande que tuvo, que le costó no poder hacer uso de ella en vida. Así pues, Quise traer esta reflexión, porque
este texto provee un mensaje muy profundo sobre los diferentes rostros de la
humanidad tanto buenos como malos, los cuales nos incitan reflexionar sobre
nuestras acciones y a vernos a nosotros mismos.
Ahora entiendo por qué la emoción y el sentimiento que le imprimiste a esa lectura cuando la hiciste en clase. Es bonito que sin que nosotros supiéramos, hayas compartido un legado tan íntimo que te dejó tu papá, y también que hayas compartido una lectura que es tan importante en tu vida.
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